Es el hijo de Hugo Alberto Castro y de Ana Rubel, ambos desaparecidos. El joven nació en la ESMA. "Es un caso emblemático de búsqueda de quienes nacieron allí. Se lo venía buscando hace tiempo”. Por Adriana Meyer en Página12
El nieto 114 que recuperó su identidad fue el primero en difundir que le había sucedido lo mismo al nieto 116. Ignacio Guido Carlotto publicó ayer en una red social que fue identificado el hijo de Hugo Alberto Castro y de Ana Rubel, ambos desaparecidos a manos de los genocidas de la dictadura. Al rato, la información fue confirmada por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y por las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes emitieron un comunicado en el que expresaron su “alegría” por el hallazgo. Aunque indicaron que aún no se daría a conocer el nombre con el que fue criado el nieto recuperado, las respectivas familias ya habían sido informadas.
Ana Rubel era maestra y estudiante de Ciencias Económicas, cursaba el tercer año de esa carrera cuando fue secuestrada con un embarazo de dos meses. Hugo Castro era maestro mayor de obra y vivió en Córdoba, donde trabajó como obrero en la empresa Ford. Cuando se mudó a Buenos Aires, comenzó a estudiar Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. Ambos militaban en el Frente Argentino de Liberación, fueron secuestrados en enero de 1977 y trasladados al ex centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), último lugar donde fueron vistos con vida. Ambos permanecen desaparecidos. El niño nació en la ESMA y habría sido trasladado al Hospital de Niños porque estaba cianótico. Estela Carlotto confirmó la noticia desde México y adelantó que el joven fue criado por un médico de la Casa Cuna.
“Enorme alegría por otro nieto más, el 116. Vamos!”, escribió a las 18.58 en su cuenta de Twitter el hijo de la desaparecida Laura Carlotto. A esa hora ya conocía la noticia la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se encuentra en Ecuador para participar de la cumbre de Unasur. “El hallazgo del hijo de una pareja de desaparecidos es un dato que surge de una política pública, así que le informé a la Presidenta antes que a nadie. Me manifestó su enorme alegría de tener un fin de año con esta noticia de un nieto recuperado más, le envió un abrazo y me expresó que quiere conocerlo”, dijo a Página/12 el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda.
El joven recuperado vive en Buenos Aires y se sometió al análisis genético hace dos meses, aunque comentó que estaba seguro de que iba a dar positivo y que cuando se enteró de que no era hijo biológico de sus padres, sintió la responsabilidad de conocer la verdad sobre su identidad. Ayer, cerca de las 11 de la mañana, el Banco de Datos Genéticos aportó la información sobre este caso a la secretaría, donde funciona la Conadi, y al juzgado federal de María Servini de Cubría, donde se investiga el caso de la desaparición de sus padres. Según explicó Fresneda, los cuatro abuelos del nuevo nieto recuperado han fallecido, por lo cual desde la secretaría se tomó contacto con sus tíos y tías.
“Cuando salió el tweet ya habíamos informado a todos”, indicó Fresneda, al tiempo que comentó que el nieto recuperado sintió el impacto de que la noticia se hiciera pública, aunque transmitió que “no tanto” porque estaba “seguro”, al referirse a la dimensión de lo que estaba comenzando a vivir. “Quiere conocer a su familia biológica, quiere saber todo”, agregó el secretario.
El tío del nieto 116, Rubén Darío Castro, declaró como testigo en la megacausa por los delitos cometidos en la ESMA y relató que “la última vez que lo vio fue cuando Hugo fue a la casa en la que vivían Darío y su madre para pedirles prestado el auto, era un sábado, el lunes esperaba que lo devolviera para ir a trabajar, pero no apareció y ahí empezamos a preocuparnos. Un amigo profesional presentó un habeas corpus, pero nunca tuvimos respuesta”.