Relmu Ñanku está acusada de “tentativa de homicidio” hacia la oficial de justicia Verónica Pelayes. Quince años de prisión es lo que pide la fiscal para la integrante de la comunidad Winkul Newen. En el marco de versiones contrapuestas, esta causa nos alerta sobre el accionar de la justicia y sus intenciones manifiestas.
“Quieren amedrentar a otras comunidades que se encuentran resistiendo el avance de la explotación petrolera, de estancieros, sojeros y mineros. Esta es una causa testigo para amedrentar otras luchas, a todos los movimientos sociales que defienden sus derechos y que este estado no solo no garantiza sino por el contrario vulnera”, expresó Relmu en diálogo con 8300 web.
El hecho ocurrió el 28 de diciembre de 2012 en el bloqueo que la comunidad Winkul Newen había levantado en el yacimiento El Portezuelo. Relmu Ñanku relato cómo fue: “El 28 de diciembre, mientras estábamos en el velatorio de una bebe que nació con malformaciones –para nosotros a causa de la contaminación- aparecen un montón de camionetas y policías, situación que vivimos muchas veces en más de 10 intentos de desalojo. Allí había una mujer, después nos enteramos que era la oficial de justicia Verónica Pelayes. Le pedimos que se retiraran del lugar pero la única respuesta fue el avance de la topadora. Nosotros resistimos con piedras que era lo único que teníamos. Pero nunca quisimos lastimar a nadie, es más no supimos hasta que llego un oficial con la denuncia, que había alguien herido. Nosotros nos defendimos en nuestra propia casa al avance de una topadora que quería pasar sobre nosotros y nuestros hijos”.
Los identificados como responsables por la oficial de justicia Pelayes fueron Mauricio Rain, Martín Maliqueo y Relmu Ñanku. La causa se inició como lesiones pero después “la justicia la fue manipulando de la mano del presidente del ministerio Público Fiscal, José Gerez”, y la carátula pasó a tentativa de homicidio con alevosía, explicó Relmu.
La vara con la que mide la justicia: la discriminación. La fiscal de la causa es Sandra Gonzales Taboada, quien tiene pedido de juicio político por irregularidades y por su mal desempeño en la causa que investiga la desaparición del estudiante Sergio Ávalos. También fue la fiscal en una causa que denuncia graves golpizas a integrantes de la comunidad y que hoy se encuentra archivada y sus responsables libres.
“La patota de la empresa petrolera Apache golpeó brutalmente a tres miembros de la comunidad. Una anciana fue golpeada salvajemente, una chica embarazada casi pierde su bebe y un adolescente recibió un tiro en una pierna. Esa causa la caratularon como lesiones. Ahí se ve claramente la discriminación con la que trabaja la justicia hacia los mapuches. Mujer, pobre, indígena”, manifestó.
Y continuó: “A nosotros por defendernos en nuestro territorio y sin haber puesto en riesgo la vida de ninguna persona nos quieren poner la misma condena que a un policía que mata a los jóvenes en el oste de Neuquén, como fue el caso del policía que mató a Brian Hernández”.
En la última audiencia que se desarrolló el 13 de abril y que contó con el acompañamiento de Adolfo Perez Esquivel, Felix Diaz y Sofía Gatica, sacaron de la carátula la alevosía quedando actualmente como tentativa de homicidio. El pedido de la fiscal Gonzales Taboada es de 15 años para Relmu Ñanku y para sus dos compañeros, penas menores por daños.
Relmu alertó sobre la xenofobia de ciertas organizaciones apelando al terrorismo del pueblo mapuche. “Si bien en nuestra causa no se invoca la ley antiterrorista, creemos se están generando las condiciones para que haya un escenario más fácil para poder aplicarla. Por ejemplo hace 3 días integrantes del foro por la defensa de la Patagonia colgaron un cartel en el obelisco que dice “Verónica Pelayes es víctima del terrorismo mapuche”, acompañado por una bandera mapuche tachada. La xenofobia nos da miedo porque sabemos cómo se mueven”.
Verónica Pelayes también es víctima de esta situación. “Ella es una trabajadora que fue obligada a ir fuera de horario a notificarnos del desalojo. La justicia sabía cómo era la situación y jamás arbitro medios para llegar a una mediación. El fiscal de estado Raúl Gaitán estuvo en el territorio y conocía la situación, al igual que Marcelo Jofre quien se reunió con nosotros y conocía bien el conflicto.
Los desalojos del petróleo
La comunidad Winkul Newen se encuentra ubicada en el paraje Portezuelo Chico, en la zona centro de la provincia de Neuquén. Hace más de una década viene resistiendo el avance de la explotación petrolera y todas las consecuencias que esta actividad genera, como contaminación y empobrecimiento, a la sombra de los gobiernos nacional y provincial que eligen la perforación de los suelos a las comunidades que los habitan. Al igual que lo hacen con la minería y la soja.
Sus habitantes son crianceros que han visto cómo el suelo, el agua y el aire están siendo sacrificados en pos de la riqueza. “Si todo está contaminado los animales se mueren y nosotros también. Frente a esta situación y a la ausencia del estado, tuvimos que tomar acciones concretas bloqueando el ingreso a los yacimientos”, explicó Relmu.
La principal empresa petrolera que se encuentra en el territorio es Apache, la cual pasó a ser Yacimientos del Sur y este pasó a YPF, hoy nacional, situación que agudizó el conflicto. “El estado que es quien te debería garantizar los derechos es también la empresa que avanza sobre el territorio violándolos. Esto deja en claro sus intereses y qué derechos quieren o no promover. Y teniendo en cuenta nuestra situación y la de tantos hermanos eligen perseguirnos y judicializarnos”.
En el 2012 la comunidad vivió más de 10 desalojos y enfrentamientos con la policía. En uno de ellos fueron las mujeres de la comunidad las que lograron frenarlo rociándose con combustible. “Es la vida de todas las generaciones las que están en juego. No queremos terminar como otros hermanos que tienen más de 16 metales pasados en la sangre”, sostuvo.
El juicio estaba previsto que se desarrolle el 22 de junio. Por motivos que se desconocen se postergo para los próximos meses. Mientras tanto, conflictos internos e intereses contrapuestos empañan la posibilidad de un análisis serio y reflexivo.
* Publicado originalmente en 8300 web